Diabetes tipo 1: síntomas, causas y consecuencias
La diabetes tipo 1 es considerada una enfermedad del sistema inmunológico donde este ataca a las células del páncreas encargadas de producir insulina provocando un déficit de esta hormona. Por ello, se requiere de administración diaria de insulina desde el momento del diagnóstico.1
La diabetes tipo 1 también se conoce como: insulinodependiente o diabetes juvenil. Se manifiesta por primera vez con mayor frecuencia en niños, adolescentes y adultos jóvenes de manera súbita o de forma muy gradual. Es mucho menos frecuente que la diabetes tipo 2, tan solo representa el 10% de los casos de diabetes en el mundo.1,3
Se desconoce la causa de la diabetes tipo 1. Sin embargo, la reacción inmunológica del organismo hacia las células del páncreas podría deberse tanto a factores genéticos como ambientales.1,2
Síntomas
Los síntomas más reseñables de esta patología son:4
- Necesidad muy habitual de orinar o excreción excesiva de orina (poliuria): cuando se produce una hiperglucemia, los riñones eliminan el exceso de glucosa en la sangre a través de la orina aumentando su volumen.
- Mucha sed debido a la alta eliminación de orina (polidipsia): el exceso de orina del que se hablaba anteriormente tiene como consecuencia un aumento en la sed con el fin de compensar la pérdida de líquidos.
- En ocasiones, un mayor apetito o hambre constante (polifagia)
- Pérdida de peso o peso no acorde a su edad: como el cuerpo no es capaz de aprovechar el azúcar de los alimentos obtiene la energía de otras sustancias como la grasa, por ello se produce la pérdida de peso.
- Trastornos visuales
- Cansancio constante o muy habitual.
Diagnóstico de la diabetes tipo 1
Existen métodos para identificar si se padece esta patología crónica. La más común es la prueba de hemoglobina glicosilada (A1C) en la que, mediante el análisis de sangre, se calcula el promedio de azúcar en sangre de los últimos meses.3,5
- Niveles de glucosa iguales o superiores a 200 mg/dl en cualquier momento del día.
- Niveles de glucosa en ayunas iguales o superiores a 126 mg/dl.
- Niveles de hemoglobina A1c superiores o iguales a 6,5%.
Un diagnóstico temprano es importante para un buen control de la enfermedad. Si esto no ocurre, el cuerpo genera cuerpos cetónicos que sustituyan la energía de la glucosa. Estos se acumulan en la sangre generando cetoacidosis y pueden comprometer la vida del paciente7.
¿Cuál es el tratamiento para la diabetes tipo 1?2,6
Siguiendo una serie de tratamientos y recomendaciones es posible convivir con la diabetes tipo 1 y prevenir sus consecuencias más perjudiciales. Algunos de estos consejos son:
- Inyectarse insulina de acuerdo con las especificaciones médicas.
- Hacer un recuento de los hidratos de carbono, grasas y proteínas de la dieta diaria.
- Revisar regularmente los niveles de azúcar en sangre.
- Seguir una dieta variada y saludable que permita controlar el colesterol y la tensión.
- Mantener un buen estado físico y realizar ejercicio regularmente.
- Evitar un estilo de vida poco saludable: tabaquismo, sedentarismo, etc.
La diabetes tipo 1, por tanto, se caracteriza por una falta de insulina y por ello es necesario administrársela al cuerpo de forma externa para garantizar unos buenos niveles de glucosa en sangre y un correcto funcionamiento del organismo. La insulina no puede tomarse por vía oral debido a que sería destruida por la acidez del estómago, por ello debe ser inyectada. Destacamos principalmente dos tipos de insulina según su duración y la rapidez de actuación6:
- Insulinas “rápidas” son aquellas que actúan con rapidez y cuya duración es corta. Se utiliza para controlar los niveles de glucosa en sangre tras las comidas.
- Insulinas basales son aquellas que tienen una acción más prolongada durante 24 horas. Se administran una vez al día y garantizan un nivel basal de insulina en sangre.
Cura de la diabetes tipo 1: ¿existe?4
A pesar de las continuas investigaciones científicas, hoy en día no existe cura para la diabetes tipo 1, por lo que el tratamiento de la misma es a largo plazo y de manera crónica.
Seguir los tratamientos y recomendaciones que nos ha proporcionado nuestro profesional sanitario puede ayudar a que la diabetes tipo 1 no empeore y a que los pacientes se mantengan sanos y en buen estado de salud a lo largo de su vida sin que desarrollen complicaciones.
Complicaciones en la diabetes mellitus tipo 1.7-9
El desconocimiento de padecer esta patología, un mal control glucémico, la edad, o un estilo de vida poco saludable pueden producir que los niveles de azúcar en sangre sean inadecuados, favoreciendo que los vasos sanguíneos se taponen o que se dificulte el paso de la sangre a través de ellos. Como consecuencia, diversos tejidos y órganos pueden verse afectados.
Las complicaciones más comunes y a las que debemos prestar mayor atención cuando se padece este tipo de diabetes son:
– La hipoglucemia: nivel bajo de azúcar en la sangre.
– La hiperglucemia: alto nivel de azúcar en sangre.
Si estas complicaciones no se atajan en el tiempo se puede poner en riesgo el estado de salud o incluso la vida del paciente.
Gracias a las recomendaciones y guías proporcionadas por los profesionales sanitarios, los pacientes aprenderán a prevenir y remontar rápidamente las bajadas o subidas de azúcar para evitar un mal desarrollo de la enfermedad.
Consulta con tu médico o profesional sanitario si tienes sospechas de padecer diabetes tipo 1.