Alimentación en personas con diabetes tipo 2
La alimentación es un pilar fundamental en el tratamiento de la diabetes, aunque las recomendaciones en cuanto a la dieta pueden aplicarse a todas las personas que quieran llevar una vida sana. No existe una dieta estándar para personas con diabetes, sino que debe individualizarse teniendo en cuenta la edad, el sexo, el peso, la estatura o el grado de actividad de cada paciente. En general, los pacientes con diabetes deben llevar una dieta sana, variada y equilibrada.1
Los objetivos de la alimentación de la persona con diabetes son:
- Proporcionar un buen estado nutricional
- Conseguir y mantener un peso adecuado (Índice de Masa Corporal (IMC) del 19-25 kg/m)2
- Alcanzar la normalidad bioquímica
- Minimizar las fluctuaciones de glucemias postprandiales (es decir, tras la ingesta de alimentos)
- Prevenir y tratar las hipoglucemias (bajada de azúcar en sangre)
- Contribuir a prevenir las complicaciones
Algunas de las recomendaciones para conseguir un buen control de la diabetes son:
- Mantener una dieta equilibrada, con las siguientes proporciones: 50-60% de hidratos de carbono, 25-30% de grasas y 15% de proteínas.3
- Repartir los alimentos en 6 tomas (desayuno, media mañana, comida, merienda, cena y antes de dormir), de manera que el azúcar en la sangre sufra menos variaciones.
- Mantener unos horarios regulares de comidas, siempre que sea posible.
- Disminuir la ingesta de grasas cocinando los alimentos al horno, al vapor, a la plancha y cocidos, evitando los fritos y las salsas, las grasas visibles (tocinos, mantequilla, bacon, embutidos grasos) y prescindir, en lo posible, de alimentos precocinados.
- Controlar el consumo total diario de aceite para no incrementar el aporte calórico.
- Consumir alimentos lo más naturales posible y asegurar el aporte de calcio consumiendo un mínimo de lácteos diario, escogiendo la forma desnatada en caso de sobrepeso o colesterol elevado.
- Evitar los azúcares refinados (azúcar común, caramelos, etc.) por su capacidad de elevar rápidamente la glucemia, así como la bollería industrial, por su alto contenido en grasa.
- Evite las bebidas alcohólicas y refrescos.
- Beber dos litros de agua al día.
- Reducir el consumo de azúcar, tanto de adición como incluido en bebidas azucaradas, bollería, galletas u otros alimentos.
- Elegir cereales integrales en lugar de refinados.
- Incluir verduras y hortalizas en las comidas principales del día.
- Elegir alimentos proteicos de calidad, con preferencia al pescado.
- Incluir grasas saludables, limitando las grasas saturadas.
- Comer fruta a diario, de temporada, y adaptando las cantidades.
- Conocer las técnicas culinarias apropiadas para cada tipo de alimentos.
- Reducir al máximo los productos procesados (precocinados, pizza, zumos, etc.).
- Mantener una buena hidratación priorizando siempre el agua como bebida de elección.
- Aprender sobre el contenido nutricional de los alimentos.