Diabetes y sexo: ¿cómo afecta a las relaciones?
Los pacientes que conviven con diabetes tipo 1 o diabetes tipo 2 pueden experimentar, de manera ocasional o crónica, problemas y dificultades a la hora de disfrutar de unas relaciones sexuales satisfactorias. Esta situación es capaz de minar su autoestima, afectando a la relación en pareja.
Es por ello que un control adecuado de la diabetes es importante para poder disfrutar de una vida sexual satisfactoria, activa y plena.1
¿Por qué la diabetes puede afectar al desempeño sexual?2,3
Esto se debe, principalmente, a que un mal control glucémico extendido en el tiempo provoca, en un gran número de casos, que el exceso de azúcar en sangre dificulte el paso de la misma a través de venas y capilares. Incluso es posible que llegue a afectar a determinados nervios del sistema nervioso periférico y, como consecuencia, algunos órganos sexuales puedan verse afectados. Además, las señales nerviosas que son enviadas al cerebro también pueden ser interrumpidas, disminuyendo notablemente la sensación de placer.
A veces, la presencia de este tipo de diabetes se manifiesta junto con otras patologías del paciente, como la obesidad, las enfermedades cardiovasculares, el colesterol alto o la hipertensión, que también influyen en la vida sexual, cada una en mayor o menor medida.
Asimismo, el estado psicológico del paciente en relación con la enfermedad también tiene un impacto importante en los encuentros sexuales, ya que la presencia de diabetes puede provocar ansiedad, depresión o baja autoestima, impactando directamente en la intimidad de la pareja.
¿Cómo afecta la diabetes a hombres y mujeres?2,3
En los hombres, los problemas sexuales se pueden presentar a través de la conocida disfunción eréctil, siendo ésta uno de los síntomas que ayuda a diagnosticar la diabetes tipo 2 a muchos varones menores de 45 años.1
Como hemos indicado más arriba, también pueden ser producidas por otro tipo de patologías con las que conviva el paciente, como hipertensión arterial, enfermedades renales o abuso de alcohol. Por eso, es necesario consultar con un profesional sanitario para que investigue el motivo exacto del problema. En un gran número de casos de disfunción eréctil provocada por la diabetes, mediante un control adecuado, es posible recuperar el rendimiento sexual anterior.
En los hombres, un mal manejo de la diabetes también puede provocar eyaculación retrógrada (reducción de la cantidad de semen expulsado) o infertilidad.
En las mujeres, por otra parte, esta dificultad en el paso de la sangre a través de venas y capilares produce otra variedad de síntomas específicos, como la sequedad vaginal. La sequedad repercute en la calidad de las relaciones sexuales, llegando a provocar dolor, incomodidad o una ausencia total del orgasmo (anorgasmia).
Cómo evitar que la diabetes afecte a la esfera sexual
Si se mantiene un control glucémico adecuado, una tensión arterial correcta y un estilo de vida saludable, realizando actividad física de manera regular, siguiendo una dieta equilibrada y evitando el consumo de tabaco y alcohol, el riesgo de padecer problemas sexuales directamente relacionados con la diabetes disminuye considerablemente. 1,3
Además, hablar de estos problemas de manera abierta y constructiva en pareja o solicitar la ayuda de un profesional (médico de cabecera, urólogo, psicólogo, etc.), favorece que el paciente se sienta apoyado y mejore su adherencia al tratamiento de la diabetes. 1,3
Es importante consultar con un profesional sanitario si se muestra alguna de estas alteraciones para que evalúe de manera concreta la raíz del problema y la mejor solución posible al mismo.